NO REM, REM

Fase 1 Vigilia: Despierto, ese momento preciso donde intento poner la mente en blanco, pero el blanco se transforma en una habitación vacía cuadrada, entonces hay un pequeño, casi diminuto objeto que llama mi atención, camino hasta él. Al tenerlo en mis manos es una flor blanca, de esas que arrancaba en el jardín que con tanto esmero mi abuela solía rociar por las tardes, al verla puedo recordar como las tardes tenían un color naranja y el viento soplaba las hojas del árbol de semeruco. EL cuerpo comienza a sentirse liviano, aun escucho al vecino hablando con su esposa sobre qué hacer para el fin de semana,pero no me molesta, estoy tan cerca de alcanzar la gloria que nada de lo que percibe mi oído es incompatible con el viaje que estoy a punto de abordar. Espera. esto solo lleva dos minutos, dura casi tanto como mi fuerza de voluntad al no comer esa segunda bolsa de galletas, pero no me preocupo, poco a poco paso a no tener conciencia.

Fase 2,3 y 4: Ondas cerebrales a frecuencia muy baja, las llamadas ondas delta entran en la fase 3, y ya en la 4 se podría decir que es cuando cualquiera está "ligeramente muerto" es cuando el cerebro tiene un pequeño chance para darse un respiro, de los dolores, de las penas, de esa constante frustración por no sentirse lo suficientemente buena. Sí, por fin descansa de todos esos "brollos mentales" que aparecen cada que no estas satisfecha contigo y por como eres, descansa de la tensión generada por el mismo entorno en el que decides vivir y en el que te sientes medianamente cómoda, pero eso sí, lo más importante: Descansa de ese desgraciado tinnitus que nunca te fuiste a revisar con un doctor.

Aquí se forma una actitud moderadamente optimista, y con ganas de que al despertar todo sea mas mágico y único.

REM: Desaparición del tono muscular, pero el resto de las funciones corporales y vegetativas se vuelven a activar. La tensión arterial, la frecuencia cardíaca, la respiratoria, la temperatura corporal y cerebral y el consumo de oxígeno tienen niveles similares a los del estado de vigilia.

Pero mientras todo esto sucede en el cuerpo, comienzas a soñar, y es cuando el inconsciente, transmite un cortometraje de todo eso que deseas pero que queda reprimido y solo navega por los espacios más recónditos de tu cerebro. Ahí fue donde te encontré, donde te soñé.

Soñé como quería que tus ojos me miraran.

Soñé en la forma en que te saludaría al vernos.

Soñé en la forma en que quería apartaras mi cabello luego de habernos besado y que este fuese asomándose poco a poco.

Soñé la canción lenta perfecta para bailar junto a ti, aunque el ritmo no fuese lo mas importante, sino lo que nuestros cuerpos intentaban hacer. Volverse uno.

Soñé exactamente con que atuendo quería recibirte y con qué frase quería terminar nuestro encuentro.

Te soñé, sin conocerte.