Cerca, pero lejos
- Sindy Echeverría
- 23 abr 2019
- 1 Min. de lectura

Así como la mejor película de romance, cada segundo juntos valía arriesgarse a perderlo todo. Eras mío y yo tuya, nunca había sentido tanto placer de pertenecer a alguien y dejarme llevar por un beso que nos recordaría quien era quien.
Unas cuantas horas de sol para ponernos al día, una canción que nos hiciera recordar buenos tiempos juntos, letras que te elevan al infinito, sentir paz y tranquilidad dentro de tanta angustia y preocupación, y que luego al caer la noche, fuera tu cuerpo y el mio el que se volviese a encontrar. Recuerdo que era el jugar de tus dedos sobre mi rostro y tu mirada brillante las que me hacían perder la cabeza y querer besarte eternamente. Recuerdo que era tu fuerza al sostenerme, la que me hacía sentir protegida. Quizás era la emoción de compartir junto a ti un brindis y una sonrisa, o besar tu cuello y sentir como se erizaba tu piel, quizás fue ese baile improvisado que con tu ritmo y el mio; seguían el compás de sonidos largos y entender que estábamos hechos el uno para el otro.
Es una lastima ahora estar cerca pero lejos, no tenerte entre mis brazos y decirte como me encanta tu manera de acariciarme, o tus silencios en los cuales me siento cómoda.
Siempre estarás en el aroma del mar, en la brisa que hace despeinar mi cabello y en el beso de una despedida que me temía enfrentar.
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